Despedida de Vietnam en el Delta del Mekong

Aquella misma mañana nos dirigiríamos a conocer la impresionante zona del Delta del Mekong. Este río, además de ser de unas dimensiones enormes a lo ancho es muy conocido por su gran longitud de más de 4400 km, el cual recorre a través de sus aguas 6 países del Sudeste Asiático. El río Mekong nace en el espiritual Tibet, y tras dejar sus alturas fluye por China, donde tiene que bordear estrechas y tortuosas gargantas, lo que le da el nombre de Río Turbulento. Posteriormente cruza Birmania, Laos, Thailandia, Camboya y Vietnam. Es considerado uno de los 10 ríos más largos del mundo y desemboca en las aguas del mar del sur de China.
En Vietnam es conocido como el río de los 9 dragones, dividiéndose en docenas de brazos  dando lugar al Delta del Mekong, la gran reserva de arroz de Vietnam.



Liquidamos la cuenta del hotel y dejamos las mochilas en un lateral de recepción pues teníamos la excursión contratada en una agencia cerca del hotel, desde donde salía el bus a las 8:00 de la mañana hacia el Delta. Tardamos como 2 horas incluyendo la típica parada para vendernos souvenirs, con lo que está relativamente cerca, teniendo en cuenta que allí las carreteras son más lentas. Sobre las 10 llegamos y  nos montaron en una barca grande a todo el grupo para ir a ver la primera isla en el mekong. Fuimos a través de sus densas aguas, las cuales son causantes de bastantes inundaciones por la zona durante las estaciones húmedas. En aquella isla vimos como hacían los caramelos de coco, los cuales eran muy abundantes debido a la gran expansión de bosque tropical que existe en aquel lugar. Luego nos llevaron en 2 barcas más pequeñas a otra isla para dar un paseo en bicicleta, para poder ver en primera fila la vida cotidiana de los habitantes del Delta.


Allí nos invitaron a comer un menú básico que constaba de  rollitos vietnamitas, arroz y pollo y luego te ofrecían una carta en la que podías degustar  carne de serpiente, de iguana o ardilla…o bien optar por alimentos más comunes como  langostinos tigre, carne de pollo o pez local.



Estuvimos ya dando un paseo por la zona mientras que reposábamos la comida y viendo las casas que había por entremezcladas entre la maleza. Pudimos ver que la gente local allí básicamente se dedicaba a la cría de animales para alimentarse o venderlos en el mercado, a la pesca y a temas relacionados con el turismo.

Después nos llevaron en varias barcas de remo en grupos de 4  a través de los canales rodeados de manglares. Estuvimos remando una media hora y la visita finalizó llevándonos a ver la fábrica de miel. Allí tenían multitud de panales de abejas y nos estuvieron mostrando todos los pasos hasta obtenerla y como no!! nos dieron a probar tanto la miel como derivados de ella.Tenían un montón de cosas que luego claro está, te ofrecían para comprar..como jalea real, dulces de cacahuete, ginger, polen de loto. Nosotros solo compramos una cajita de loto, que la verdad es que nos costó un euro y estaban buenísimos.

Ya por último nos llevaron andando a una zona donde nos dieron frutas e hicieron una actuación tocando instrumentos tradicionales y cantando unas mujeres.

En fin, volvimos de nuevo a tierra firme en el barco más grande y en el  puerto aprovechamos para comprar algún recuerdo.



En Ho Chi Minh  fuimos un rato al mercado de Ben Tanh antes de que cerrase a las 18 para comprar algunas cosillas ya que era nuestro último día en Vietnam, pasamos un buen rato en el que tras mucho regateo nos tarjimos algunos platos lacados, algún mantel y corre mesas, una figura de la típica Vietnamita con su sombrero. Decidimos ir a correos a enviar parte de las compras a España porque las mochilas ya iban cargaditas y quedaban aún dos semanas de viaje. Al coger un taxi tuvimos una peleilla con un taxista. Lo ocurrido fue que al salir del mercado llovía a cantaros y un taxista se ofreció llevarnos, acompañándonos amablemente hasta la puerta del coche resguardandonos con un paraguas.pues tenía el taximetro trucado y roto y nos quería clavar 150000 dons…nos grito, nos empezó a engañar de que era hora punta y era más caro y yo me baje del coche, le pegamos cuatro gritos y le dimos solo 50000 y nos fuimos, comprendiendo porque se mostró tan interesado en llevarnos


Entramos en la central de Correos de Ho Chi Ming una vez más, y de nuevo para algo práctico mientras el resto de turístas lo único que hacían era visitarla. Saludamos a la señora super maja que nos ayudó con las pastillas de Malarone, que nuevamente nos ayudo a rellenar los formularios del envío. En 10 minutos y por unos 20 euros mandamos un par de kilos a casa.


Andando volvimos al hotel y por el camino cambiamos unos cuantos euros a dólares para tener dinero cuando cruzáramos a Camboya durante la noche. Pasamos por la plaza del ayuntamiento justo al atardecer donde nos encontramos con la estatua del Tio Ho, que es como conocen los Vietnamitas a Ho Chi Minh, sentado con un niño.



Llegamos de nuevo al mercado que esta vez estaba rodedado de puestos conviertiendose en el mercado nocturno. Había también un par de chiringitos entre los puestos donde estaban cocinando a la barbacoa y aprovechamos para cenar.  A la hora de pagar nos echamos unas risas pues con los Dongs que nos quedaban no nos llegaba así que le tuvimos que pagar parte de la cuenta con los dolares que acabábamos de cambiar.

Por fin volvimos al hotel a por las mochilas para salir a coger el bus nocturno a Camboya y donde nos cambiamos de ropa que estaba llena de barro de la lluvia. Como nos habíamos quedado sin dinero vietnamita, fue una odisea comprar una botella de agua de camino agencia, dimos mil vueltas hasta que encontramos una tienda por Pham ngu lao donde nos aceptaba 20 dólares y nos daba las vueltas en dólares, y es que claro… como nos íbamos a ir toda la noche sin agua en el bus…. A las 10:45 ya estábamos en la agencia sentados esperando a que vinieran a buscarnos para el bus, lo  cual se hizo esperar 

Antes de que saliera el bus nos tuvieron por lo  menos una hora en la calle rellenando el visado. Al final salimos a las 12:30 y nada más subir nos dieron una botella de agua a cada uno, jaajaja con el lío que habíamos tenido para conseguir comprar una antes. 

La noche en el bus no estuvo demasiado mal porque nos pillamos los asientos de delante que eran más anchos para dormir mejor, Javi estuvo jodido por el aire acondicionado que estaba a tope. Paramos sobre las 4:00 de la madrugada al lado de la frontera para esperar a que abriera y cruzar a primera hora de la mañana a Camboya dejando atrás nuestra genial experiencia en Vietnam.

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